tauromaquia: VIII.- Principales ganaderias.

Cuatro son las ganaderías que han brillado especialmente. Alcurrucén, con sus hierros filiales de Lozano Hermanos y El Cortijillo, es quizá la ganadería más amplia de todas. Camadas de más de cien cuatreños que a la fuerza han de dar resultados dispares. Sin embargo, este año los Núñez de la familia Lozano han destacado por su regularidad en los grandes compromisos y unos cuantos toros de gran nota. Su cualidad más destacable, la movilidad y alegría.

http://www.escaleradelexito.com/Salidas_asp/Noticias/noticiasTaurinas.asp?Numerador=1972

http://www.escaleradelexito.com/Salidas_asp/Noticias/noticiasTaurinas.asp?Numerador=2013&Fecha=2009/02/01

Victorino Martín hace tiempo que más que un hierro es un mito viviente del toro. Sin embargo, es innegable que está atravesando una época de reinvención y de pequeño bache en su brillante trayectoria. 2012 ha sido un año brillante, con pocas pero notables apariciones en las grandes ferias. Ejemplares sueltos las más de las veces, pero un fondo de calidad en su proverbial embestida con el hocico a ras de albero. Esperanzador.

http://www.artetoreo.com/victorino-martin.html

En la sierra de Madrid hay un ganadero que ha sabido aunar la boyantía y entrega de la casta Domecq con un motor, trapío y presentación aptas para las plazas más exigentes. Victoriano del Río / Toros de Cortés vuelve a destacar por el juego regular de su camada. Siempre en carteles de relumbrón, en todas sus corridas hay varios ejemplares aptos para el toreo bueno, sin perder el punto de picante imprescindible para mantener el interés del aficionado exigente.

http://info.elcorreo.com/fiestas/san-fermin/encierros/lunes-12/

Otro muy digno representante de la sangre Domecq es la ganadería salmantina de El Pilar. Se ha ganado el favor de los mejores matadores por tender a una embestida entregada y templada. Y para cerrar, dos hierros de menor número de festejos lidiados pero que siguen siendo garantía de emoción, raza y seriedad.

Celestino Cuadri brilla porque jamás decepciona la presentación. Toros hondos, muy serios. Y lo más importante, con un comportamiento exigente que cada vez es más imprescindible en las corridas actuales.

Por su parte, Baltasar Ibán resurge con un toro en el tipo terciado marca de la casa, pero que contiene embestidas de bravura templada para el torero que se atreva a apostar por ellos. Dentro de un tono general de escaso fondo, mansedumbre dócil y poca raza, existen unos cuantos hierros que mantienen viva la esencia de este espectáculo: el toro bravo.